Oct 14, 2025

8 de cada 10 médicas en México ha experimentado discriminación o violencia de género

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CIUDAD. ̶ ̶  La discriminación y el acoso sexual afecta a ocho de cada diez mujeres a lo largo de sus carreras médicas, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Interpersonal Violence.

«Este estudio brinda una primera perspectiva a nivel nacional sobre la prevalencia de discriminación de género y acoso sexual en una población grande de médicas. Los resultados instan al desarrollo de estrategias que garanticen entornos académicos y laborales seguros, que permitan alcanzar la equidad de género en el campo médico», declaró la Dra. Fernanda Mesa, investigadora del Hospital Zambrano Hellion TecSalud, en Nuevo León, México, y primera autora de la investigación.

 

El objetivo de este trabajo fue explorar la discriminación por motivos de género y los casos de acoso sexual que experimentan las médicas de México durante su formación y ejercicio profesional.

 

 

Para este estudio transversal, diseñaron una encuesta virtual difundida en redes sociales, administrada por medio de REDcap, a la invitaron a participar a médicas que residían en México de abril a julio del 2024.

 

La encuesta consistió en tres secciones de preguntas de opción múltiple: en la primera obtuvieron los criterios de elegibilidad y características demográficas; en la segunda, datos de discriminación de género, y en la última, los de acoso sexual. Las preguntas fueron construidas por el grupo de investigación con base en encuestas usadas en estudios previos, incluyendo elementos adaptados del cuestionario de experiencias sexuales SEQ-DoD-s.

 

«El mayor reto fue contar con la participación del número requerido de médicas. En cierta medida, podría estar relacionado con el miedo o la preocupación que expresó la mayoría de las participantes como motivos por los cuales no reportaron los incidentes de acoso de manera formal», compartió la Dra. Mesa.

 

 

La encuesta fue completada por 428 médicas que residían en 31 de los 32 estados mexicanos, principalmente de Puebla (16 %), con un rango de edad entre 39 y 48 años; ⅔ partes eran especialistas o subespecialistas (67 %) y casi la mitad (47 %) trabajó en el sector público.

 

De las encuestadas, 82 % reportó haber experimentado discriminación por razones de género durante su formación o desarrollo profesional; de estas, 50 % consideraba que este hecho había afectado su desempeño. Estos actos de discriminación fueron en 75 % de los casos cometidos por hombres; los más comunes consistieron en conversaciones inapropiadas o poco éticas (86 %), el negar oportunidades (77 %) y la negación de tiempo (71 %). Solo 27 % creía que su institución había tomado acciones suficientes para abordar casos de discriminación de género y 40 % considera que hacen falta más de diez años para alcanzar la equidad de género en los lugares de trabajo.

 

Además, 84 % de las participantes reportó haber experimentado al menos un tipo de acoso sexual durante su avance profesional; los comentarios verbales o las bromas de naturaleza sexual dirigidas hacia ellas o en su presencia (95 %) fueron los más frecuentes, seguidos de miradas lascivas a ellas o a alguna parte de su cuerpo (88 %), así como invitaciones de naturaleza sexual no deseadas (56 %); 6% declaró haber sido víctima de agresión sexual.

 

 

«En México, la literatura sobre este tema es altamente limitada y generalmente ha estado enfocada en muestras de hospitales específicos. Encontrar que 82 % de las médicas reportó discriminación de género y que 84 % había experimentado acoso sexual fue sumamente alarmante», planteó la Dra. Mesa.

 

Sobre los perpetuadores del acoso, se encontró que en 78 % de los casos era un médico de mayor rango y solo 10 % reportó el incidente a las autoridades. Las razones más comunes para no denunciar el acoso fueron el miedo a represalias por parte del agresor (41 %) o por creer que esta acción podría afectar su carrera (41 %).

 

«Un resultado notorio consistió en los acosadores sexuales: las participantes expresaron que con mayor frecuencia se trataba de médicos de rango superior, compañeros de trabajo o pacientes. La identificación de los perpetradores representa una oportunidad clave para desarrollar medidas dirigidas a estos grupos específicos con el fin de incrementar la educación sobre equidad de género y reforzar las políticas para detener la discriminación y el acoso», indicó la Dra. Mesa.

A la Dra. Marcia Villanueva no le sorprenden las elevadas cifras de acoso y discriminación reportadas. La investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con más de diez años de experiencia en el estudio de la violencia en la formación médica, que no participó en la elaboración de este trabajo, declaró: «Me parece que es un artículo informativo, está presentando cifras muy elevadas de acoso sexual y discriminación de género en la práctica médica que no se habían reportado en ningún otro estudio y creo que es por dos motivos: uno, porque se ha hecho después del #MeToo y todos estos movimientos de la cuarta ola feminista que han visibilizado estas violencias, permitiendo que las personas sepan identificar mejor lo que están viviendo. Por otro lado, al no ser vinculante con el lugar en donde están trabajando, pierden el miedo a tener represalias por sus respuestas. No me sorprenden estas cifras, porque es algo que está superarraigado en la cultura médica, forma parte del proceso de formación profesional de las médicas».

 

La experta señaló que abordar las causas enriquecería la discusión: «No hace ninguna indagación sobre cuáles son las causas de fondo, cómo está organizado el campo médico y cuáles son sus percepciones y apreciaciones para que se favorezcan índices tan altos de violencia de género en sus profesionistas. Hay mucho trabajo proveniente de la sociología de la medicina que nos empieza a dar apuntes».

 

Tras la vitalización del #MeToo en 2019, los paros feministas y que las universidades públicas y privadas se vieron expuestas a denuncias masivas, algunas universidades en México comenzaron a abordar la violencia de género con seriedad. Como resultado, en 2020, la Universidad Nacional Autónoma de México tipificó este tipo de violencia y creó la comisión de igualdad de género, mientras que en otras universidades se presionó para la generación de protocolos de atención.

 

 

«El problema con medicina es que, a pesar de haberse beneficiado por estos cambios a nivel universitario, la educación médica no solamente depende de las universidades, sino que se comparte con las instituciones de salud. Las y los estudiantes pasan la mayor parte de su formación y trayectoria profesional al interior de los hospitales y tendría que haber también acciones consecuentes por parte, por ejemplo, de la Secretaría de Salud, pero ahí no ha habido ningún tipo de políticas al respecto», lamentó la Dra. Villanueva.

 

En abril del 2024, se aprobó una reforma al artículo 90 de la Ley general de salud para prevenir y atender actos de violencia y acoso hacia el personal médico; sin embargo, al día de hoy, esta no ha sido publicada en el Diario Oficial de la Federación y no menciona de manera específica la violencia de género.

 

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por su parte, publicó un Protocolo para la prevención, atención y eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social, que, aunque no menciona acciones específicas contra violencia por razones de género, sí alude a la incorporación de la perspectiva de género.

 

Las Dras. Fernanda Mesa y Marcia Villanueva han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

 

Referencias

Créditos

Imagen principal: Wave Break Media Ltd | Dreamstime

Medscape Medical News © 2025 WebMD, LLC

Fecha de publicación martes 14 de octubre de 2025/Medscape

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