Abejorro gigante sudamericano en riesgo de extinción; advierten
Imagen:Marina Arbetman
De color anaranjado, algo peludo y de tranquilo vuelo, el abejorro gigante o colorado -de nombre científico Bombus Dahlbomii- es el gran polinizador de la flora nativa en una amplia zona desde el centro-norte al sur de Chile, y en la Patagonia Argentina, donde también lo llaman moscardón.
Hasta hace unas décadas su población era abundante, según los reportes científicos. En poco más de 25 años, sin embargo, ha desaparecido en gran parte de su hábitat. En 2016 fue calificado en peligro de extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas IUCNy en 10 años ha experimentado una «pérdida del área de distribución superior al 54%”, según el informe.
«En el Valle de Chalhuaco, donde teníamos unos muestreos de más de 25 años, desde el 2007 no lo vimos nunca más. Y en otros lugares se lo ve, pero más esporádicamente”, dice a la DW Marina Arbetman, doctora en Biología del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA) de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina.
La proyección es que la población seguirá decreciendo, como observan científicos a ambos lados de la cordillera de Los Andes. También los habitantes del campo y la ciudad relatan que desde hace décadas ya no se ve o es muy raro, un verdadero hallazgo, toparse con un abejorro nativo.
¿Por qué la rápida desaparición del abejorro gigante?
Para ser usado como polinizador de distintos cultivos agrícolas, como tomates o arándanos, en invernaderos o campos. Pero salieron a la naturaleza, se reprodujeron y se convirtieron en una amenaza, para la que el nativo no estaba preparado. «Encontramos una relación entre la invasión del abejorro europeo y la trasmisión de enfermedades que trajo, y posiblemente esa sea una de las causas de la desaparición del nativo”, dice Arbetman.
El abejorro europeo «además de transmitir patógenos, se reproduce muy rápido. Tiene características de especie invasora, reconocida a nivel mundial por el mundo científico”, alerta Cecilia Smith-Ramírez, bióloga chilena y doctora en Ecología, en diálogo con DW.
Aunque solo Chile autorizó la importación, la especie llegó hasta el país vecino y «sigue extendiéndose hacia el norte de Chile y de Argentina, y seguramente llegará a Perú y a Brasil”, advierte Arbetman, quien trabaja en la conservación del abejorro nativo en la zona de Bariloche, sur de Argentina.
La investigadora adjunta del CONICET explica que las familias de la especie europea llegan en cajas. «Salen, polinizan, pero algunos en lugar de volver a sus cajitas se naturalizan. Las reinas se van a debajo de la tierra, pasan todo el invierno y al año siguiente construyen una nueva colonia”. De este modo, ya no están limitados a los cultivos, sino que han invadido lo que antes era espacio de polinizadores nativos. Y allí se siguen reproduciendo.
El abejorro europeo, de rayas negras y amarillas, ya es parte del paisaje chileno y argentino, donde tiene diversos impactos, alerta Arbetman: «Un colega mostró que por la cantidad de néctar que se llevan los abejorros exóticos, no queda disponible para los apicultores. Otro investigador de Estados Unidos vio que, cuando hay muchos, en lugar de polinizar legítimamente hacen agujeros en las flores, porque son tantos que se desesperan y causan daño físico a la flor, lo que disminuye mucho su capacidad de reproducirse”. Esto afectaría tanto cultivos como flora endémica y su capacidad de reproducción.
Fecha de publicación miércoles 31 de diciembre de 2025/DW
