Cómo pueden los médicos de atención primaria abordar los primeros signos cardiacos del consumo excesivo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol perjudica la salud del corazón al aumentar la presión arterial, dañar el músculo cardiaco, provocar arritmias y elevar el colesterol y la grasa visceral, lo que puede llevar a enfermedades cardiacas, cáncer y diabetes tipo 1. Los médicos de atención primaria son clave para identificar el consumo problemático de alcohol antes de que cause daños permanentes. Un estudio reciente mostró que la presión arterial y la frecuencia cardiaca son más altas en quienes beben en exceso, lo que sugiere que mediciones simples como presión arterial, frecuencia cardiaca, peso y colesterol pueden ayudar a detectar problemas de manera temprana.

El consumo crónico de alcohol se define como cualquier ingesta superior a la moderada. Las mujeres no deben exceder una copa al día, y los hombres dos. En mayores de 65 años, la recomendación es no más de una copa diaria. El alcohol puede elevar la presión arterial a largo plazo, y en quienes ya tienen hipertensión, puede empeorar la condición. La hipertensión provoca el endurecimiento de las arterias, aumentando el riesgo de infartos y derrames cerebrales.

El estudio también encontró que aquellos con consumo de alcohol de riesgo tenían una presión arterial media más alta, indicando un corazón que trabaja más de lo normal. Además, el consumo crónico afecta la frecuencia cardiaca. El «síndrome del corazón festivo» es un fenómeno en personas jóvenes que consumen alcohol en exceso, provocando palpitaciones y fibrilación auricular. Esto puede volverse recurrente y llevar a complicaciones serias.

El aumento de peso, especialmente la grasa visceral, está relacionado con el consumo excesivo de alcohol lo que también contribuye a la presión arterial alta. El alcohol puede inducir un aumento de peso y colesterol, llevando a la ateroesclerosis. Las pruebas de colesterol son útiles porque suelen mostrar un aumento de triglicéridos debido al procesamiento del alcohol por el hígado. A pesar de que el alcohol puede aumentar el colesterol bueno, generalmente sus efectos negativos son más graves.

Los médicos deben indagar sobre el consumo de alcohol en sus pacientes, incluyendo preguntas específicas sobre la cantidad y frecuencia de consumo. Si no se aborda el problema del consumo excesivo de alcohol, puede resultar en miocardiopatía alcohólica, donde las paredes del corazón se agrandan y no bombean la sangre eficientemente. El consumo excesivo puede llevar a insuficiencia cardiaca y problemas de ritmo cardiaco, lo que a la larga no es saludable para el corazón.

El alcohol tiene un efecto tóxico directo sobre el corazón, causando daño significativo al músculo cardiaco, que puede debilitar y hacer que deje de funcionar correctamente.

Fecha de publicación domingo 28 de septiembre de 2025/Medscape