Deben conocerse a detalle las cláusulas del nuevo T-MEC: Miguel Ángel Vázquez Ruiz
Las expectativas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pueden ser positivas en la medida en que las empresas locales y cadenas productivas de la región se inserten con éxito a la economía norteamericana, afirmó el académico Miguel Ángel Vázquez Ruiz, coordinador del Posgrado en Integración Económica de la Universidad de Sonora.
Entrevistado en el programa Economía y Sociedad, que se transmite todos los viernes por Radio Universidad, indicó las grandes posibilidades que pueden tenerse en México con el nuevo texto trilateral, pero que necesariamente es importante que lo conozcan a detalle los académicos, investigadores y empresarios, tanto sus “letras grandes y chiquitas”, ya que es un documento con muchos anexos sectoriales.
“Por ejemplo, quien tenga interés en exportar e invertir necesita de técnicos y abogados para conocerlo a fondo”, apuntó al señalar que el T-MEC tiene una serie de elementos que coadyuva a que la relación permita exportar-importar, “pero siempre con sus asegunes”.
Vázquez Ruiz consideró que deben verse con precisión y claridad las ventajas y desventajas del documento a partir de nuestra región Sonora-Arizona.
Al abordar el tema Las implicaciones, diferencias del T-MEC y sus posibles impactos en la economía, de inicio hizo referencia a que ayer jueves, el presidente Donald Trump firmó la última versión del nuevo tratado y que sólo faltará la de Justin Trudeau, el primer Ministro de Canadá, considerándolo como un hecho para que así el documento entre en vigencia en julio del año en curso.
El economista universitario precisó que existen diferencias sustanciales respecto “al ya casi difunto” Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), que ha vivido prácticamente 26 años –entró en vigor en enero de 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá—, afirmando que al nuevo se le augura que pudiera tener una vigencia de 16 años.
Incluso, destacó un nuevo aspecto que califica como muy positivo, como es el hecho de contener cláusulas para que cada seis años se revisen y se decida si continúan o no. “En el anterior texto, por cerrar su vida, no se marcaron tiempos, como ahora habrá de suceder”.
Miguel Ángel Vázquez indicó que en el T-MEC hay en total 34 capítulos y una serie de anexos respecto a los sectores de la economía relacionados con planteamientos particulares de los tres países.
El primero, dijo que es sobresaliente porque corresponde a las reglas de origen que se refieren a los componentes de América del Norte que deben tener los productos, particularmente los de la industria automotriz para que sean parte de ese proceso de integración.
Afirmó que otro punto importante, y que no está en el Tlcan, salvo un aparatado paralelo, más no en su cuerpo, es el de las relaciones laborales, ya que ahora se tiene un capítulo referido a cómo deben ser éstas, poniendo énfasis en el respeto a los derechos de los trabajadores y que puedan organizarse al margen de cualquier política de gobierno o corporativismo.
“Vemos cómo busca que, en el caso de México, no se favorezca la llegada de empresas que no respeten las reglas de la organización de los trabajadores”, añadió.
Destacó que otros dos aspectos del nuevo texto son que establecen que no pueden mantenerse al margen los planes de sustentabilidad que exijan a las industrias mineras mitigar el impacto que causan al medioambiente, y que en el sector agrícola haya énfasis en que las partes involucradas no subsidien productos agrícolas para que éstos compitan en igualdad de circunstancias.
“Además de abordar el comercio digital, acorde a los nuevos tiempos de la económica y el conocimiento, hay uno que me llama la atención en cuanto a las políticas macroeconómicas y de cambio a aplicarse en América del Norte, ya que la política económica de México tendrá que estar muy alineada a los socios, especialmente de Estados Unidos”, indicó.
En general, sostuvo que la serie de cláusulas genera controversia porque es un tratado hecho muy a modo particularmente para los intereses estadounidenses. “Hay una profundización de la economía hacia Estados Unidos en el sentido de que, en efecto, nuestro país se internacionaliza, pero ¿qué podemos decir cuando vemos que el 80% de nuestras exportaciones se van hacia el vecino país del norte?”, concluyó.
Fecha de publicación 31/ene/2020
