Ago 3, 2025

NOTAS SUELTAS. De urgente necesidad

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“Hechos, no palabras” (frase latina).

 

 

Para algunos, la dependencia económica y política y la dominancia cultural del norte sobre el sur parece ser de urgente y absoluta necesidad. Aquí la pregunta clave es ¿qué debemos hacer frente a los rudos y complicados escenarios de un mundo parasitado ideológicamente por el tecno capitalismo financierista y militarizado que impulsa el Deep State anglosajón? La respuesta, incómoda por demás es simple: enfrentarlo.

 

Lo anterior supondría la necesidad de que el país tuviera una política económica y financiera independiente y soberana tanto como si su política industrial, agrícola y de servicios respondiera a los objetivos del desarrollo nacional.

 

Sin embargo, México no cuenta con una banca propia, un plan de desarrollo que ligue la industria y el comercio, la educación, salud, y vivienda con el empleo e ingreso personal. La banca central no es el agente financiero del Estado sino un ente autónomo que vigila la moneda y la inflación, de acuerdo a las expectativa y compromisos con los organismos financieros internacionales (léase FMI, Banco Mundial, Reserva Federal de EUA), donde un horizonte de proyecto nacional es poco visible.

 

Hace poco, la doctora Sheinbaum declaró que pensaba en una eventual reforma constitucional que modificaría el estatuto del Banco de México (autónomo desde 1994 por iniciativa de Carlos Salinas de Gortari), a fin de que pudiera fomentar el crecimiento nacional (https://goo.su/a5nPc2).

 

Ahora, ¿para qué se desincorpora del sector central un organismo del Estado? ¿Para qué reducir el tamaño del Estado y, por consecuencia, ampliar el mercado? ¿Por qué condenar al Banco Central a los vaivenes de una política dictada por los intereses del mercado dominado por capital transnacional? Como es fácil de ver, es ideología neoliberal pura, que deshace los controles estatales sobre la producción y los precios, no economía nacional.

 

Por otra parte, cabe recordar que, si se trata de incidir en el crecimiento y desarrollo nacional, el Estado cuenta (o contaba) con dependencias especializadas como son la Secretaría de Economía, de Comercio, de Hacienda, entre otras que, en todo caso, debieran fortalecer sus atribuciones y actuar de manera coordinada; aunque, si no hay planeación del desarrollo nacional sino programas contingenciales no puede haber coordinación intergubernamental digna de verse, aunque evidentes formas de intervención privada con consecuencias nacionales.

 

En otro escenario, ¿se puede imaginar la creación y existencia del estado de Israel y el sionismo sin la intervención de la City de Londres y el complejo financiero, mediático y militar capitaneado por EUA?

 

¿Se imagina el salto mortal que debió dar la falsificación histórica para justificar mediáticamente la “colonización” de Palestina y el proceso de desposesión territorial y cosificación de sus habitantes originales? Es sabido que a una cosa no se le asesina, sino que se le desecha sin cargo de conciencia. Para Israel los palestinos no son humanos.

 

Para personas como Trump o Netanyahu parece válida la expectativa de repoblar Palestina con piadosos asentamientos judíos y erigir en Gaza un complejo turístico tan elegante o más que la Riviera francesa, donde el olor a dinero elimine el feo olor de la sangre y la miseria de los desplazados.

 

El territorio y la nacionalidad original carecen de importancia ante la suplantación histórica operada por el mesianismo gringo cargado de dólares y la insidia sionista que administra la industria del Holocausto en beneficio de impostores.

 

Resulta insultante oír a Trump presumir de cuánto han aportado en ayuda humanitaria frente al escandaloso apoyo a Israel en materia financiera y armamentística. 30 millones de ayuda a Gaza contra 3 mil millones objetivamente en favor de la limpieza étnica, la hambruna y la deshumanización profunda de un pueblo que es eliminado a ojos visto.

 

Pero volviendo a México, seguir el juego del gato y el ratón de Trump por los aranceles es ridículo e indignante. Conseguir prórrogas en vez de enfrentar el problema con voluntad soberana carece de justificación, salvo que de plano seamos una especie de protectorado, de colonia extractivista, de traspatio del Imperio en la periferia neoliberal. Si es así, entonces urge que el gobierno cambie su discurso y opte por la honestidad y el realismo de llamar las cosas por su nombre, porque es importante “no mentir, no robar y no traicionar”.

 

¿Cuándo nos definiremos por cortar relaciones con Israel por razones humanitarias? ¿Cuándo estaremos porque Palestina recupere las fronteras que tenía, al menos, antes de 1967?  ¿Cuándo apoyaremos sin disimulo el fin de la hegemonía unipolar del dólar? ¿Cuándo apoyaremos frontalmente la emergencia de un mundo multipolar que respete la libertad y la independencia de las naciones? ¿Cuándo defenderemos nuestra identidad y espacio vital? ¿Cuándo?

 

http://jdarredondo.blogspot.com

 

Fecha de publicación domingo 3 de agosto de 2025

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