Abr 24, 2024

Cómo llevar el duelo de un familiar fallecido por Covid-19

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CIUDAD DE MÉXICO. MX. — La muerte de un ser querido es dolorosa siempre, y en el marco de la contingencia sanitaria mundial, podría ser todavía un poco más complicada, en especial porque la despedida y el contacto con otros miembros de la familia debe ser casi nulo.

 

 

“Para aminorar la angustia de las personas que no han podido despedirse de un ser querido de manera directa, es recomendable tratar de realizar en casa algún ritual, así como tratar de compartir y comprender el dolor que ha provocado la pérdida y permitirse expresar libremente las emociones que el duelo genere, como pudieran ser: rabia, pena, dolor, culpa, a través del modo que necesite: llorar, gritar, escribir, dibujar para mitigar el dolor”, menciona Anahí Polo, coordinadora del programa de Tanatología en Grupo Gayosso.

 

 

La especialista recomienda incluso usar la tecnología para realizar un acompañamiento a la distancia; además, “confiar en que habrá un día en el que se podrá hacer el ritual funerario y completar el proceso de duelo pendiente”.

 

 

Son cinco etapas las que pasa una persona ante el fallecimiento de un ser querido: “negación, ira, negociación (que implica que el familiar se pregunte qué podría haber hecho para cambiar la situación y no se hizo, o se pregunta por qué murió su familiar y él no. Son preguntas que tratan de compensar la pérdida). Posteriormente, el doliente pasa por la tristeza profunda y la resolución del duelo, que implica resignación o aceptación”, detalla doctora Norma Alicia Ruvalcaba Romero, jefa del Departamento de Psicología Aplicada, e integrante de la Sala de Situación en Salud del Centro Universitario de Ciencias la Salud (CUCS).

 

 

Para afrontar la pérdida de un ser querido en las circunstancias de confinamiento, la tanatóloga, Anahí Polo se recomienda:

 

 

— Preparar una reunión virtual por video-llamada y organizar una despedida grupal entre familiares y personas allegadas. Se sugiere acordar una hora para realizarlo contando anécdotas, escribiendo en redes sociales, encendiendo velas a la misma hora.

 

 

— Crear un grupo en redes sociales o hacer una página memorial para esa persona y que, cada quien escriba lo que siente, suba fotografías y comparta sus sentimientos, anécdotas, enseñanzas y aprendizajes recibidos durante la vida del ser querido que ya no está.

 

 

— Es importante incluir a los niños en estos rituales, explicándoles de forma clara y natural la situación, valorando su edad y capacidades y respetando la forma en que puedan y quieran participar.

 

 

— Si alguien no se siente con la fortaleza y estructura para compartir la pérdida de forma conjunta, lo puede hacer de forma más íntima o individualmente. Se sugiere llevar un diario y describir cómo se siente o qué le diría al ser querido que ya no está.

 

 

— Si se requiere estar solo o contactar con personas que le hagan sentir bien, permitirlo.

 

 

— Crear un espacio físico en la casa para el recuerdo, elegir una foto, colocar velas o flores e, incluso, objetos de la persona; de tal forma que, cuando se necesite, se pueda acudir a ese rincón y expresar cómo es la vida a partir de este momento, recordarle las cosas que se compartían y despedirse.

 

 

— Cuidar la alimentación, los tiempos de descanso, mantener horarios adecuados, si se necesita bajar el ritmo, hacerlo; darse oportunidad para recuperarse, no abandonarse, practicar ejercicio físico, buscar una ocupación que entretenga.

 

 

— Evitar sobrecargarse con información que contamine, buscar actividades que relajen, no tomar decisiones permanentes en este momento y no exigirse demasiado.

 

— Recordar que esta situación no va a durar para siempre y que, cuando todo esto termine, se podrá realizar una despedida presencial junto a los demás seres queridos.

 

 

— Darse tiempo para sanar.

 

— Alternar entre las actividades de “pérdida” y “restauración”, cuyo enfoque se fundamenta en el doble proceso de duelo, que indica que las personas se mueven entre actividades relacionadas con la pérdida (ver fotos del fallecido, llorar, hablar del ser querido) y practicas restauradoras (realizar planes para el futuro, tener pasatiempos, meditar).

 

 

— Darle permiso a nuestro ser querido de “ya no estar”.

 

 

— Es útil pensar que al ser querido que falleció le gustaría que estuviésemos en estas circunstancias con bienestar.

 

 

— Buscar ayuda en línea para generar estrategias de afrontamiento en el duelo en época de pandemia.

 

 

(PUBLICADO EL 30/05/2020 /Arianna Bustos | El Sol de México )

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